20 de Noviembre, Día de los Derechos de la Infancia, proclamado por la ONU desde 1959.
Muchos años han pasado desde su proclamación, y aún queda mucho camino por recorrer.
Los niños y las niñas tienen derechos, hoy y el resto de días del año.
Tienen derecho a una educación gratuita y de calidad. Y gratuita no entiende de cuotas, ni de favores o atenciones privadas. La escuela pública es un agente social de igualdad, básico en la sociedad.
Tienen derecho al acceso a una información veraz. No debemos ocultar o manipular la verdad para sobreprotegerles. Si cuidamos el lenguaje, podemos tratar cualquier tema con naturalidad.
Tiene derecho a vivir en mundo sostenible, a rodearse de vegetación, de agua y de un aire limpio. Si no cuidamos el entorno, no tendrán futuro.
Tienen derecho a la salud, a un hogar, a protección, sea cual sea su lugar de nacimiento.
Tienen derecho a jugar y al ocio, incluso en tiempos de pandemia. Ya han demostrado ser responsables y seguir las directrices, proporcionemos alternativas de ocio saludable.
Los niños y las niñas también tiene deberes, y no me refiero a los que hacen por la tarde. Deber ser tolerantes y respetuosos con los demás. Para eso necesitan tener referentes cercanos reales.
No puedo pedir que lean si nunca me ven coger un libro, no puedo pedir que no griten mientras lo digo chillando, no puedo pedir que escuchen si nunca me siento a escucharlos.
Los niños y las niñas tienen una ley universal que les protege, seamos referentes para que las leyes fundamentales se cumplan.
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